martes, 24 de noviembre de 2009

La guerra se gana leyendo

Fernando Álvarez

Hoy las guerras no se libran cuerpo a cuerpo, en la actualidad las estrategias están dirigidas a dominar la mente del enemigo a través de la información y la desinformación. Nace así la guerra de cuarta generación, la guerra mediática.

“una mentira repetida cien veces se convierte en una verdad”, fue la estrategia de Joseph Goebbels, (jefe de propaganda de Adolf Hitler) que desarrollada durante la segunda guerra mundial logró crear odio y rechazo hacia todo aquel que no perteneciera a la raza blanca noreuropea (raza aria).

Para combatir estas tácticas dirigidas directamente a la mente del ciudadano y la ciudadana común, a los adolescentes e incluso a los niños y niñas, se hace necesario que se prepare y entrene en la lectura. Sí, leer es la única forma de combatir esta estrategia, pues mientras más información se maneje, menor será el impacto de las Operaciones Psicológicas en usted y los suyos.

Pero, el sólo hecho de leer no basta, hay que hacerlo con sentido crítico, analizar el contenido, sacar de él toda su esencia y descifrar su intencionalidad. Para ello es urgente que familiares, amigos y compañeros conformen las Escuadras Revolucionarias de Lectura.

¿Qué es una Escuadra Revolucionaria de Lectura (ERL)?

Es un grupo de 8 a 12 personas, un ente netamente socializador, un lugar donde nos educamos en conjunto para la vida y no para la escuela, para ampliar el conocimiento, desmitificar el saber y leer el mundo desde otra perspectiva, es un espacio abierto a la imaginación y al juego para descubrir el placer de la lectura y el deseo de aprender, como dice el poeta Gustavo Pereira: “…para inculcar el amor a los libros, a la lectura, no como un castigo sino como un placer, como en verdad lo es”.

¿Quién me apoya?

El Gobierno Revolucionario ha entendido la necesidad de trascender en la educación de la población del país y, el 25 de abril de 2009, lanzó el Plan Revolucionario de Lectura (PRL) con la finalidad de impulsar el conocimiento, rescatar la identidad nacional y contribuir a la creación del hombre y la mujer nueva, a través de las ERL

Este Plan cuenta con una Oficina Nacional, conformada por los Ministerios del Poder Popular para las Comunas, Educación Superior, Educación y Cultura, la cual atiende a través del número telefónico 0800-LECTURA (532.88.72)

“Leer, leer, leer y leer, consigna de todos los días. Lectura para la conciencia. Tenemos que inyectarle a la contrarrevolución todos los días una dosis de liberación a través de la cultura (…) Nada mejor que la cultura libertadora, nada mejor que el arte verdadero y todo arte es libertador. Cualquier cosa que pretenda ser arte pero que oprima al pueblo no puede considerarse como arte”, expresó el Comandante Chávez al referirse a la orientación de dicho plan.

Para lograr el objetivo el gobierno pone a disposición material bibliográfico como la Biblioteca Popular para los Consejos Comunales, guías y libros específicos del PRL, publicaciones encartadas en periódicos y revistas de circulación nacional (Todosadentro, Memorias, A Plena Voz…), publicaciones que emprende el Ministerio del Poder Popular para la Cultura mediante sus editoriales (Fundación Editorial El Perro y la Rana, Monte Ávila Editores y la Fundación Biblioteca Ayacucho) que pueden ser adquiridos a precios solidarios, a través de la Red de Librerías del Sur ubicadas en todo el país

“En Venezuela se ha publicado alrededor de 50 millones de ejemplares, entre libros, revistas y otras publicaciones (…) 50% de esos bienes culturales se reparten gratuitamente entre toda la población” así lo afirmó Héctor Soto, ministro del Poder Popular para la Cultura, en rueda de prensa durante la instalación de la V Feria Internacional del Libro (Filven) 2009.

No hay excusa, las estrategias están trazadas, los pertrechos a disposición de todos y todas, queda de parte de usted tomar la iniciativa y apoderarse del conocimiento para luchar la batalla de las ideas y ganar la guerra mediática, con verdadero sentido patriótico, de soberanía y libertad.

domingo, 25 de octubre de 2009

El peor analfabeto es el analfabeto político

No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos.

No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas.

El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política.

No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales".

Bertolt Brecht (1898-1956)

domingo, 11 de octubre de 2009

La Chunguera

La Chunguera

Fernando Álvarez

(09/04/2004)

Un día me dirigía a la población de El Tocuyo, estado Lara. Al pasar por Quibor me percaté que mi vehículo necesitaba combustible, al preguntar dónde quedaba una estación de servicio a un lugareño, éste me indicó que al doblar en la próxima a la derecha me encontraría la “bomba Shell”. Me dirigí al sitio, una vez allí mi estómago me recordó que no había desayunado. Le pregunté al empleado de la estación que dónde podía comerme un buen desayuno y me dijo: “primo, na’guará, ¿Usted no ha comido allí en la chunguera? … allí se come… na’guará! buenísimo, ahora si usted quiere, al lado está la panadería, pero na’guará, en La Chunguera se come bastante y sabroso… hacen unas pastas que na’guará, primo pa’que le cuento…”

Me dirigí sin más reparos a La Chunguera, era un pequeño lugar con no más de cuatro mesas de madera, pero con un esplendido aire familiar. Al sentarme me percaté que todas las sillas eran de madera rústica, estaban hechas con ramas burdas, cada pata era una rama de un árbol, cada una con sus nudos y contornos particulares, no sé qué tipo de madera era, debido a que estaban bellamente teñidas de verde. Ese aspecto le daba al lugar un toque muy especial.

En la barra rústica estaba un señor con cara de extranjero y junto a él una pequeña, pero enérgica mujer, quien de inmediato exclamó: (al hombre a su lado) “Carlanga llegó un cliente” y dirigiéndose a mi me dio con voz moderada: “¿señor qué desea… va a comer? Yo le respondí que quería comer algo sabroso, inmediatamente Carlanga me trajo la carta y me advirtió que las pastas se servían a partir de las 11 am, al igual que las otras cosas que estaban en la carta, que sólo había lo que estaba en la lista de desayunos.

Bueno, entonces sólo pediré desayuno, respondí

Vamos a ver…. Huevos a la italiana, Huevos a la tocuyana, Huevos a la quiboreña, Huevos a la francesa, Huevos a la campesina, Huevos a la marinera, Huevos a la americana, Huevos revueltos Huevos espericados… ¡Corcholis puros huevos! Exclamé.

Lo que pasa señor, lo que… ¡na’guará!, aquí en este pueblo además de cebollas, se produce huevos, na’guará, por trancazos, dijo Carlanga

¿Y cómo es eso de huevos a la italiana? Pregunté

Bueno… dijo Carlanga. Los huevos a la italiana son con ruedas de tomates maduros, sal, pimienta y albahaca; Los huevos a la campesina son con tomate y cebolla y un toque de orégano; Los huevos a la tocuyana son con ají chirel y queso de cabra; Los huevos a la quiboreña son con cebolla sofritas en mantequilla, ajo y un toque de queso de cabra fresco; Los huevos a la marinera son con atún o sardina, según el gusto del cliente; los huevos a la francesa son los llamados omellete; y a la americana son con tocino…. ¿Cuál va a querer usted señor? (remató Carlanga)

Bueno … tráigame los huevos a la quiboreña, le respondí

¿Con una o dos yemas? Añadió Carlanga

¿Cuál es la diferencia? Pregunté

Con dos son quinientos bolos más (talonario en mano)

Bueno hombre, está bien, que sea con dos yemas…

¿Qué quiere tomar el señor? Hay papelón con limón, carato e’piña, chicha de arroz, avena, parchita, tamarindo, fresa y mora, ¡ah! Y jugo de naranja natural y café

Este…. Tráeme un café con leche, le dije

¡Huevos a la quiboreñaaaa y café con lecheeee! Exclamó en voz alta Carlanga

La mujer quien está con una niña hermosa de cabellos rubios le responde: ¡Apúrate pues, no ves que le estoy dando el desayuno a la Carita!

Carlanga se apresura y dice: “Bueno ya voy”…

Jurunga por aquí, jurunga por allá y exclama: ¿Dónde está la sartén pequeña?, la mujer le responde: ¡No sé, a mi no me preguntes!... el último que cocinó fue tu papá y el Chiqui.

¡Aquí está! Dijo Carlanga, “No lo dejen debajo del fregador”

¡No me lo digas a mí! Respondió la mujer

Carlanga enciende la lumbre y comienza a cocinar cantando (o mejor dicho silbando) una tonada desconocida para mí, pero muy alegre.

En ese momento llegan al local un joven y un viejo

¡Épale ma, épale pa! Dice el muchacho. La mujer responde: “Hola… ¿Cómo está señor Amado, cómo le fue?

Bien, na´guará, responde el muchacho, encontramos de todo, lo único, na’guará, que no encontramos fue la pulpa de durazno, pero el señor nos dijo que la próxima semana llega. Ambos, joven y viejo, bolsas en mano, entraron hasta la cocina.

¿Señor Amado me trajo lo que le pedí? Pregunta la mujer

¡No!, responde el viejo “no pasé por el centro comercial, se me hacía tarde” ¿Y eso no lo venden aquí? Preguntó el viejo

¡Si!, responde el muchacho

¡No!, replica la mamá, ¡Eso no lo venden aquí!... ¡Chiqui, no te metas en la conversación! Añadió

Ahhhh… verdad abuelo, eso solo lo venden en el centro comercial, repara el muchacho.

Café grande para el señor!!! Interrumpe Carlanga.

El Chiqui toma la taza y una cesta que contiene un juego de cubiertos y dos arepas humeantes, junto a una copita de natilla de leche, lo coloca en mi mesa y me advierte: “!Cuidado que está caliente, mi papá tiene la costumbre de calentar el café muchísimo, aún cuando él toma el café frío. Yo no sé a que se debe eso, pero a mi papá y mis tíos: Nano y Vicki lo toman frío, a mi también me gusta frío, pero a mi mamá no, ella se molesta cada vez que le sirven un café tibio ó frío, pero a veces le da el tetero frío a mi hermanita, pero ella no se queja se lo toma y ya.

¡Chiqui!!!

¡Dime , abuelo..!

¡Ven para acá!

Si, ya voy…

El abuelo lo esperaba en la barra con los huevos a la Quiboreña, los cuales impregnaban todo el local con un sutil aroma que despertaba el apetito.

El chico me sirvió mi desayuno y me deseo buen apetito, le di las gracias y degusté los mejores huevos de mi vida.

Luego de comer todo y “limpiar” lo que quedaba en el plato con el último pedazo de arepa, me ofrecieron un vaso de carato de piña… “por la casa”, (dijo Carlanga).

Me paré de la mesa y felicite a Carlanga, a su mujer, al abuelo y al Chiqui por la comida y les desee mucha suerte.

El abuelo se apresuró a decirme: “ Al mediodía pase a comer, aquí tenemos las mejores pastas de todo Quibor, además tenemos al “negro” que era el chef ejecutivo del Tornillo, pero le pagaba mal y no le daba sus beneficios de ley y yo le dije ¿Por qué estás allá?, sin más ni más te vienes, aquí te pagamos lo mismo más las prestaciones y el tipo aceptó, mi vale, eso sin contar que mi hijo Vicky, él hizo un curso de cocina en un instituto famoso en caracas, pero ahora es “diyei” y tiene una carajita que es una maravilla, al igual que mi nieta la cara e’corcho, que está en Chile con su mamá, esa niña es larga y grandota, allá le va de maravilla…

¡Abuelo!!!! Deja que el señor se tiene que ir, na’guará abuelo, si te sigue oyendo habrá que brindarle el almuerzo. (dijo el chiqui)

Pregunté como se iba al Tocuyo y muy amablemente me explicaron que cruzara todo el pueblo y tomara la carretera, que no había pérdida, que en treinta minutos estaba allá.

Me despedí y les prometí que volvería para probar las famosas pastas que allí servían.

FIN

viernes, 19 de junio de 2009

Usan legión de María

Conoce la nueva manera de conspirar contra la Revolución Bolivariana

Por: Miriam Pardo
Fecha de publicación: 11/06/09




Desde la iglesia católica se ha generado una estrategia que evidencia su compromiso en la ejecución de actos políticos opositores, haciendo el trabajo de hormiguita, casa por casa, direccionando pasajes de la Biblia con la intencionalidad de defender la cúpula eclesiástica y los medios de comunicación, golpeando a su vez al gobierno nacional. Voy a comentarles el caso concreto de un grupo de personas que accionan esta práctica con la Iglesia Nuestra Señora del Socorro, ubicada en la urbanización Barrio Sucre de la ciudad de Maracay en el estado Aragua, y desde allí se despliegan hacia los sectores más populares que están cercanos como Barrio Sucre I, Camoruco, La Isla y otros.

En esta comunidad hacen vida los miembros de la “LEGION DE MARIA”, quienes salen a la calle con la misión de llevar el Santo Rosario a los hogares del sector, para ello abordan a los vecinos y comprometen a tres casas de una misma calle para que en un día fijado y en distintas horas reciban la visita de un número de personas de este grupo para rezar el rosario en los hogares ya definidos, los dueños de cada casa deben invitar a sus vecinos y familiares para hacer el rezo en grupo.

Una vez en la casa los miembros del grupo eclesiástico comienzan con el rezo del rosario, y mientras hacen lectura de los misterios hacen una pausa en cada uno de ellos para iniciar una reflexión y una “aplicación” de éste a la situación actual, aprovechando este momento para hacer comentarios como:

  • “hay que defender las iglesias, que han sido últimamente muy atacadas”
  • “los sacerdotes son calumniados, atacados, y hay que defenderlos”
  • “desde que Dios hizo al mundo las iglesias siempre han estado allí para hacer su labor social”
  • “las iglesias siempre han estado para la igualdad”
  • “están atacando los medios por el simple hecho de llevar las informaciones”
  • “debemos llevar estas palabras a los demás hogares, defendiendo la postura de la iglesia”
  • “ahora más que nunca debemos estar unidos, rezar y pedirle a Dios por la inseguridad que estamos viviendo y los ataques constantes hacia la iglesia”
  • “hay que involucrar a los jóvenes a las iglesias”

Mensajes como estos y muchos más se van entremezclando con los rezos y con expresiones “así como dice la Biblia” ó “como ven eso está en la biblia” con lo cual tratan de instalar en el imaginario de la gente que esos comentarios son palabra de Dios; pregunto yo: contra eso quién???.


Es importante resaltar que miembros de este grupo llamado La Legión de María, han estado comprometidos en reuniones con Carlos Guyón (golpista declarado), las cuales se realizan en distintas casas de la urbanización Barrio Sucre (para no mantenerse en un solo lugar), siendo esta la misma urbanización donde habitaba el ex Gobernador de Aragua Didalco Bolívar, así como el General Torrealba uno de los investigados por su vinculación con los planes golpistas y el magnicidio al presidente.


DEBEMOS MANTENERNOS ALERTA! Pues el pueblo ve con buenos ojos el que lleven la palabra de Dios a su casa, y por lo general no identifican los mensajes subliminales o conductistas en el mecanismo de dominación más antiguo de la historia “el temor a Dios”.


SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO!!!!

lunes, 8 de junio de 2009

Federico no debe ver más Globovisión

Los psicólogos coinciden en que el grado de disociación lo está llevando peligrosamente al filo de la esquizofrenia paranoide con afectación del hemisferio cerebral donde se producen la lógica y los cálculos matemáticos


Fernando Álvarez/frar2021@gmail.com


Federico le ha dicho a una reportera del canal del estado VTV, que él (Federico) es su jefe, pues el sueldo de la reportera lo paga él, cuando paga los impuestos.

Él lo ha dicho, cuando pague los cinco millones de bolívares fuertes, él tendrá la falsa percepción que está pagando el sueldo a los empleados públicos y por lo tanto, él es el jefe…. Tremendo pelón mi hermano… bueno qué se puede esperar

Me explico, en esa misma lógica, que no está errada, podremos decir que el pueblo es quien le paga el sueldote a Federico. Pongan cuidado, el sueldo de este señor es producto de las publicidades que se hacen en Globovisión, estas cuñas cuestan un dineral que el anunciante termina cargándoselo al producto que pagan los usuarios. En definitiva, si lo usuarios (nosotros el pueblo) no compramos el producto, el fabricante no anuncia y si no anuncia Globovisión no cobra y si no cobra no se le puede pagar el sueldo a Federico.

En dos platos, Federico es empleado de los usuarios y usuarias que pagamos los productos que él promociona, de donde se sacan los sueldos y salarios de todo el personal de la planta, además, de los impuestos.

Entonces ¿quién le paga a quién? Y ¿Quién es el que puede exigir? ¿Quién es empleado de quién?

Federico, como diría el “matacuras” tú eres ¡OOOTRO PENDEJO MÁSSSSS!

viernes, 15 de mayo de 2009

Ahora le toca a la lectura

A propósito del Plan revolucionario de lectura que arrancón por iniciativa del Presidente Chávez, comenzaron los servidores públicos a pensar cómo cristalizar esta idea.


En Venezuela de la IV, se plantearon más de una vez esta iniciativa, pero no todas tenían un propósito socialista, por el contrario, se trataba de estrategias mercantilistas con miras a incrementar la venta de libros, que para la época, eran editados fuera del país, ya que las imprentas nacionales estaban (convenientemente) en franco abandono.

En esta oportunidad no se trata de promover el mercadeo de libros, ya que el estado cuenta, en la actualidad, con un sistema de imprentas estatales y una nacional con capacidad de reproducir cualquier cantidad de libros, revistas y periódicos totalmente gratis o a precios irrisorios, pero todo esto sería tiempo y recursos perdidos si el pueblo no se interesa realmente por la lectura o hace uso inadecuado del contenido de los mismos, inclusive, si éstos no están a la altura de las necesidades del lector.

No basta con leer, hace falta ser crítico de lo que se lee y para ello se debe entender lo leído y en consecuencia los lectores y lectoras deben manejar ciertas herramientas y estrategias para “deshuesar” el contenido, para entenderlo en su justa dimensión.

Advertencia. No se trata de implantar un sistema académico largo y tedioso que dé al traste con el objetivo del plan, por el contrario, debe tratarse de una metodología que parta de lo lúdico, del aprender haciendo, dinámico y concreto que brinde a las comunidades las herramientas para identificar ¿Qué estoy leyendo? ¿Quién lo escribe? ¿Para qué lo escribe? ¿Por qué lo escribe? ¿En qué contexto lo escribe? ¿Con qué intencionalidad lo escribe? ¿Qué denota? ¿Qué connota? Claro está, se trata de un acercamiento al estudio del lenguaje.

Si bien el Comandante Chávez le dio “luz verde” al Plan, también advirtió que no debe tratarse de un plan más. Por ello se debe ir sin prisa, pero sin pausa y tomar el tiempo para buscar las estrategias que garanticen el éxito de esta iniciativa para romper aquello que inequívocamente dijo el Libertador Simón Bolívar “nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza”.

miércoles, 22 de abril de 2009

Desde el balcón

¿Por qué eres chavista? Es la pregunta que, una y otra vez, me hacen vecinos, amigos y allegados. Tiene lógica si tomamos en cuenta que vivo en el este de Caracas, en el Municipio Baruta, del estado Miranda.

Fernando Álvarez/frar2021@gmail.com

Desde muy joven estuve en medio de discusiones con tinte político. Escuchaba sobre adecos y copeyanos. Mis padres tenían preferencia por el partido Acción Democrática, de tendencia social demócrata, aunque estaban inscritos también en el partido Copei de tendencia social cristiana. Eso, me decía papá, era para que no lo botaran del trabajo.

Participé en la campaña de Luis Piñerua Ordaz, haciendo de furriel entre las mesas y el comando logístico, fue mi primera participación política como militante, el entusiasmo era enorme, sentí que estaba haciendo patria. No obstante la decepción vino pronto, Piñerua perdió frente a Luis Herrera Campins, quien basó su campaña en el slogan “¿y dónde están los reales?” reforzado por Aleida Josefina que, desde Caucagüita, pregonaba “hamos vivio mar”.

En ese instante supe “con qué se come la política”. Mi padre fue despedido de su trabajo y con ello todo se vino abajo. Ya no más Miami, no más Unión Canaria, no más Club Tanaguarenas y mucho menos Puerto Azul. De la noche a la mañana pasé de ser un chico en una burbuja de cristal a simple mortal.

El ímpetu de mi padre y la sangre isleña mezclada con indio, que nos corre por las venas, no permitió que sucumbiéramos, de inmediato cada uno de la familia se puso a producir, mi mamá hacía sandalias para las amigas, mi hermana dulces que vendía a sus compañeras de colegio y mi hermano y yo, luego de clases, cortábamos grama de las casas de la urbanización. Así superamos la crisis, mientras papá conseguía otro trabajo con su carnet de Copei.

De lo anterior aprendí algo que luego leería, “la explotación del hombre por el hombre”, pues los vecinos, que en otrora eran nuestros amigos, nos pagaban menos de la mitad de lo que costaba arreglar un jardín, pero la necesidad de pagar el colegio, el transporte y los libros, nos dio la fuerza para seguir adelante y le pusimos corazón.

Pasado el quinquenio de Herrera y su viernes negro. Participé activamente en la campaña de Jaime Lusinchi, candidato de AD. “ahora si vamos a salir pa’lante” decían en el partido. “Jaime es como tú” era el slogan que lo llevó a la presidencia. Cinco años más tarde la situación del país era caótica, con una deuda privada convertida en pública en medio de una de las habituales peas presidenciales. Desempleo, servicios públicos precarios, corrupción galopante y déficit en la balanza de pago, fue el producto del borracho con bata blanca.

La situación era incierta, pasé a un liceo público y allí vi cómo desertaban mis compañeros y compañeras de clases para ir a ganarse la vida, poder comer y vestirse. Conocí la descomposición juvenil y presencié la violencia de cerca, la rabia y el resentimiento social. Cosa que hizo que me retirara de allí y me fuera a seguir mis estudios por libre escolaridad, donde habían personas de todas las edades, sobre todo mayores, pero todos con un fin, graduarse de bachilleres, eran personas que no importaba la razón que los llevó allí, la meta era sacar el bachillerato.

En esos días conocí a Lorena. Una simpática muchacha que vivía en el Valle. ¿En el Valle? Me preguntaban mis amigos. “Mosca, ándate con cuidado”, pero cuando uno se enamora todas esas cosas se pasan por alto. Recuerdo que la primera vez que fui al Valle era de noche, pa’ más ñapa. Conocí a la familia. Al principio me sentí fuera de lugar, me costó adaptarme, pero cada vez que iba me asomaba por el balcón del apartamento del piso 8 de la torre B de las Residencias San Antonio, donde vivía Lorena y desde allí, tenía una panorámica del barrio que estaba a sus espaldas. Un cerro muy inclinado, repleto de casas apiñadas. No descifraba cómo hacían para llegar cada quien a su casa.

Al principio me pareció una barbarie ¿cómo es posible que esa gente se meta allí, así como así y nadie haga algo? ¿Dónde está el gobierno? Me preguntaba en silencio. Con el pasar del tiempo y tras cada visita al apartamento, corría al balcón y observaba las casitas, su gente, sus actividades y caí en cuenta que esas personas que cada sábado, cada domingo fabricaban una pieza más de sus palacetes, eran personas como yo, que eran las mismas personas que trabajan en las fábricas, en los supermercados, en las tiendas por departamentos, eran las personas que hacían posible que los dueños de los medios de producción acumularan fortunas incalculables, en fin, que eran el motor del sistema capitalista.

Tras el etílico mandato de Lusinchi, me anoté en la campaña del “Gocho”. Carlos Andrés Pérez buscaba ser el primer presidente reelecto en la llamada era democrática. Movilicé gente a las romerías blancas para que se apiporraran de cerveza. Discutía acaloradamente los principios del partido “Pan, Tierra y Trabajo”, “eso es lo que tendremos si gana el gocho” predicaba convencido de la autenticidad de los estatutos del partido. Con la frase: “con los adecos se vive mejor” logra su hazaña.

El 27 de febrero de 1989. Me tocó caminar desde Parque Central hasta Baruta. En el camino vi desorden, anarquía, saqueos, vandalismo, destrucción. La gente salió a protestar en contra del “paquete neoliberal”, Salió a manifestar, a gritar, a desahogar su impotencia. Por su parte el gobierno lanzó el ejercito a la calle para “restablecer el orden”, el status quo, cosa que hizo a sangre y fuego. Fueron días de tensión, de toque de queda, de garantías suspendidas. La vida no valía nada. Cada quien en su casa fue testigo silente de cómo se disparaba a mansalva hacia los cerros, hacia todo lo que oliera a marginal, a tierruo.

Estudié navegación y técnicas pesqueras. Me fui a oriente a buscar trabajo. Y vaya que pasé el trabajo parejo. Durante tres meses me tocó vivir de la hospitalidad de los pobladores de Canta Rana, Cumaná, estado Sucre. Pese a que vivían en condiciones precarias, siempre hubo un plato más de comida, hubo una cama o chinchorro donde echarse, nunca me faltó nada.

Allí conocí la pobreza extrema de cerca. Vi improvisados abastos que vendían el arroz por tazas, el espagueti por manojos, el azúcar y el café por papeletas, el queso por lonjitas. Aún cuando vivían el día a día sin pensar en el mañana, eran gente feliz, gente trabajadora, gente que se levantaba de madrugada a buscar el sustento, gente con sueños, anhelos y fantasías. Todos los días recordaba las casitas que veía desde el balcón de Lorena, ahora estaba yo al otro lado de la barda.

Llegó el 4 de febrero de 1992. Una intentona golpista, una insurrección militar. Un comandante, visiblemente golpeado, sale en televisión y lanza un mensaje “…por ahora no hemos logrado los objetivos planteados”. Desde ese momento, todos, las venezolanas y venezolanos, vieron en Chávez la posibilidad de hacer los cambios necesarios para enrumbar al país hacia un futuro mejor. La clase media, mermada por los créditos mexicanos, puso sus esperanzas en aquel hombre, todos sabíamos que se tenía que dar un giro a la nación, que había que hacer una revolución

Carlos Andrés Pérez es enjuiciado. Mi admiración por el hombre que caminaba y saltaba charcos se había esfumado. Ahora tenía mi fe puesta en un sindicalista guayanés (craso error). Aquel hombrecillo de rasgos indígenas, salió a dar la pelea política. Por mi parte, me anoté en el comando adeco para trabajar en las mesas, ahora era un “infiltrado” causaerrista en las filas adecas, ya que sabía que el partido Causa Radical de Andrés Velásquez, no tenía la maquinaria necesaria para enfrentar las marramusias adeco copeyanas bien conocidas por todos.

Doce de la noche de aquel diciembre, Andrés arrasó en Prados del este, en Manzanares, en Catia. Llegaban reportes de Carabobo, Lara, Bolívar, donde daban ganador a Velásquez por amplio margen. Los del comando adeco decían “ganó el indio”. Para sorpresa de la mayoría, el Consejo Supremo Electoral dio como ganador a Rafael Caldera. “No puede ser que la maquinaria adeca se haya equivocado” decían. Entendí, esa misma madrugada, lo que la historia se encargaría de sacar a la luz pública, Andrés se vendió.

Decidí no participar más nunca en política. Fui escéptico cuando Chávez se lanzó de candidato, inclusive cuando ganó, de hecho yo no voté por él, no voté por nadie, me quedé en casa, me abstuve.

La cosa cambió. Cuando vi que el comandante pasó de las palabras a los hechos, desde el mismo momento de la toma de posesión arrancó con la constituyente, esa constituyente que tantos políticos del pasado habían prometido, pero ninguno realizó en su momento, supe que ell hombre del “por ahora” estaba cumpliendo su palabra y desde entonces, comprendí que había llegado la hora de la revolución, la hora de reivindicar a esas mujeres y hombres que viven en las casitas apiñadas de los cerros caraqueños, a eso que veía desde el balcón de Lorena.

La revolución no la hace un hombre, la hacemos todos, es por ello que exhorto a los venezolanos y venezolanas a que se asomen por los balcones, que vean lo que ha estado allí por décadas y piensen por un instante ¿qué sería de las fábricas, las tiendas, las estaciones de servicio, los restaurantes, los hoteles, en fin, todo el sistema, sin la mano de obra de la gente que vive en las casitas apiñadas que vemos desde nuestros balcones?

“un verdadero revolucionario

es aquel que es capaz de sentir,

en carne propia, el dolor ajeno”

el Ché.