domingo, 26 de diciembre de 2010

Mitos y creencia políticas (I)


“La sociedad civil no votó por Chávez”

Recientemente sostuve una discusión vía Twitter con Fernando Núñez Noda (@nuneznoda) Periodista venezolano, residente en Florida EUA y editor de infoCIUDADANO.com. El tema era de índole ideológico. Este amigo, desde la ciudad de Mickey Mouse, se dedica todos los días a escribir en contra del sistema de gobierno que la mayoría de los venezolanos y venezolanas elegimos seguir.

Entre sus infundados argumentos está que en Venezuela se instauró una dictadura castro comunista y que el Presidente de la República es ilegítimo, pues todos los eventos electorales han sido amañados y manipulados por el Gobierno, pero en el Zulia, Miranda y Nueva Esparta no…

Insiste en sumarse los votos de las personas que se abstuvieron, por equis razón, de ir a ejercer su derecho a elegir. Abultando así sus cifras para decir que son la mayoría…. Hasta aquí no hay ninguna variante con el discurso y estrategia elaborados por el departamento de estado de EEUU.

Pero en medio de la conversa (dimes y diretes) Nuñez argumentaba que la “Sociedad Civil” no votó por Chávez, lo que me llevó a preguntarle ¿Qué diferencia hay entre pueblo y sociedad civil? A lo que respondió: “La sociedad civil es un grupo de personas que eligen conscientemente sin intervención del gobierno y pueblo es una masa la cual es manipulada por un caudillo”.

Ante semejante respuesta no me quedó más remedio que llamarlo “Bestia” e “Ignorante”, pero lo que sí quedó claro es el talante fascista del periodista pitiyankee que para mantener su status debe hablar mal de su propia tierra y de sus compatriotas, calificándoles de “masa manipulada”.

La cabra siempre “tira pal monte” decía mi abuelita. El racismo, clasismo y el odio al pueblo llano, al hombre y a la mujer de a pie no lo pueden ocultar quienes desde las soleadas playas de Florida se dedican a buscar prebendas del Tio San (haciéndole la competencia a los Gusanos) y a soñar con la Venezuela del puntofijismo, reeditada por, el hoy fallecido impunemente, Carlos Andrés Pérez.

Orlando Urdaneta, Patricia Poleo, y otros prófugos de la justica venezolana no les queda de otra que servir de monigotes de las políticas intervencionistas del imperio norteamericano, so pena de ser deportados o acusados por inmigración de algún delito común y ser puestos a la sombra.