jueves, 23 de febrero de 2012

¿Por qué salvar las misiones sociales?


El candidato de la oligarquía (Henrique Capriles Radosnki) ha declarado públicamente que de ser presidente las misiones serán absorbidas por las instituciones correspondientes, en otras palabras Barrio Adentro será asumido por el Min Salud, La Misión Sucre por el Min Educación y así con cada una de las misiones.  




A primera vista y para algunas personas incautas tendría sentido y hasta sería lógico, pues ¿Para qué tener misiones si hay ministerios? Pero debemos preguntarnos y no olvidar ¿Por qué fueron creadas las misiones?

¡Muy sencillo! No olvidemos que las instituciones del Estado (Ministerios y otros entes) quedaron inoperantes, ineficientes e ineficaces gracias a la burocracia y a la corrupción que por décadas adecos y copeyanos  fueron implantado en cada una de los puestos de la Administración Pública, no por azar, no de forma tonta, sino bajo un esquema para favorecer el enriquecimiento personal y beneficiar a contratistas y trasnacionales de la época sin tomar en cuenta las necesidades de la población.

Ahora bien, a 13 años de la llegada de la revolución todavía permanecen en sus puestos gran parte de esa generación adeco-copeyana que por razones legales y humanitarias no se puedes separa de sus puestos de trabajo, permaneciendo así las prácticas corruptas “cuarta-republicanas”.

Aunado a esta realidad se suma “los infiltrados”, individuos que mimetizados con los revolucionarios acceden a puestos públicos, muchas veces a cargos estratégicos dentro de la administración con lo que sabotean con cosas muy sutiles la ejecución de simples tareas que retrazan o entorpecen la ejecución de programas y proyectos.

Es por ello que nacen las Misiones Sociales. Para “baipasear” a esas super-estructuras podridas por las prácticas que se aplicaron durante el “puntofijismo” y que se hace muy tedioso, engorroso y largo su reestructuración.

Las Misiones Sociales han sido la respuesta inmediata y oportuna para cubrir las necesidades de la mayoría de la población que por siempre estuvo al margen de los programas sociales de los gobiernos mal llamados democráticos.

La adsorción de las Misiones Sociales por parte de las instituciones significaría su muerte, su desaparición, volveríamos a la época de hacer largas colas en el IVSS para recibir salud, resignarse a no estudiar por falta de cupo en las instituciones educativas, a o fabricar ranchos en las quebradas, por dar algunos ejemplos.

¡Olvidar es perder el futuro!