El caso del Pen Drive "Chileno"
Lic. Fernando R. Álvarez R.
Un gran amigo, el cual voy a guardar en el anonimato por razones obvias, viajó recientemente a la isla de Margarita (Nueva Esparta) a disfrutar de un merecido fin de semana en la perla del Caribe.
Como todo buen turista proletario, su presupuesto estaba bien ajustado, por lo que se vio en la necesidad de buscar las “mejores” ofertas y qué mejor que ir al mercado de Conejeros.
Entre suvenires, pescados, chinchorros y cualquier cantidad de cosas, se topó con un tipo que pregonaba “el de ocho gigas por cincuenta bolos”, mi amigo no pudo resistirse a la tentación de ahorrarse unos 200 bolívares que gastaría en tierra firme por un Pen Drive de esa magnitud.
Al llegar de sus cortas vacaciones de fin de semana, me mostró su “tremenda inversión” pero cuando sacó el dispositivo del Blister bien sellado con tecnología de última generación (ultrasonido), procedió a insertarlo en el puerto USB de su ordenador y …. Nada, no hizo nada… lo cambió por todos los puertos de la máquina y nada.
Decidió abrir el chasis del coroto para encontrar que no había nada, cual paquete chileno sólo era un carapacho con punta de puerto USB y más nada.
Aunque relato esta historia con cierta jocosidad, espero que las autoridades policiales tomen cartas en el asunto para detener este tipo de prácticas que además de estafar a las personas, desprestigia nuestros destinos turísticos.
