Haciendo un ejercicio de masoquismo, me puse a ver el canal Globovisión, específicamente el programa Grado 33 que heredó Roberto Giusti.En esta oportunidad se estaba proyectando un trabajo audiovisual donde los encargados del área de salud de la MUD, trataban de explicar lo que ellos llaman “su programa de gobierno” que según estos ciudadanos: se aplicaría en los primeros cien días de ganar (ellos) las elecciones presidenciales (2012).
Luego de un discurso donde reconocen que el actual gobierno instaló la red más grande de salud primaria, tratan de decir que en la cuarta república se hizo lo mismo, pero no dieron ni un solo ejemplo de ello.
Entre sus palabreríos de cosas sin sentido ni coherencia se extrae, lo que para mi es la esencia de su política de salud, primero consideran que el sistema de salud primaria es “primitivo” ya que (según ellos) la población debe ir directamente donde hay tecnología de punta (aseguran); por otro lado, prometen diseñar un sistema de salud “descentralizado”, con “acceso sencillo y amigable”.
¿Acceso sencillo y amigable? Más claro no canta un gallo mi hermano… La MUD quiere cambiar la atención gratuita por una de “acceso sencillo y amigable”, o sea barata, pero no gratis y para colmo de los colmos, eliminar la atención primaria que le permite a la población más vulnerable, detectar a tiempo cualquier enfermedad y atenderla de manera temprana, rápida y económica.
Con la eliminación de la atención primaria, las personas deberás esperar que la enfermedad desarrolle niveles que ameriten la utilización de la tecnología de punta, que por cierto, se encuentra mayoritariamente en manos privadas.
“La cabra siempre tira pal monte” dicen los viejos y la Mesa de Ultra Derecha (MUD) no es la excepción, pues como dice la canción popular “por más que te menees siempre se te ve el bojote” el carácter capitalista, neoliberal y mercantilista de estos fascistas, que gobernaron al país durante cuatro décadas, solo para dejarlo en la más profunda crisis financiera y social, no puede esconder su intención de engañar al pueblo con un discurso lleno de parafernalia rimbombante, pero siempre se les olvida que el pueblo ya no es el mismo, que aprendió a leer y analizar, a debatir y a ser el protagonista.
La verdad es que a la oposición no encuentra la manera de hacer un programa de gobierno que supere a lo propuesto por la revolución.
Mientras tanto, ¡Viva la revolución, viva el Comandante Chávez, viva la Nación!
