domingo, 6 de febrero de 2011

Soy amigo del hombre nuclear

Allá veo venir su sílfide figura, con movimientos calculados. No da un paso en vano. Sus ojos escanean cada centímetro de su entorno, cada movimiento lo ejecuta con la precisión de un maestro del Tai Chi y así se acerca sigiloso, sin prisa pero sin pausa como quien está apurado.


No se trata de Steve Austin (Lee Majors) ni de la serie de televisión The Six Million Dollar Man, conocida en Hispanoamérica como El Hombre Nuclear, No!!! Se trata de un ser humano de carme y hueso “de verdad verdad”, que se le puede ver caminando por las calles de Caracas, que respira el mismo “esmog” que usted y yo… come arepas rellenas de carne mechada y toma café como cualquier mortal.

Su condición no es producto de un viaje a la luna, sino de un accidente automovilístico. Para aquel entonces (la cuarta república) el estado no le gastó ni una locha para su reconstrucción. No posee ojos, ni piernas ni brazos biónicas, solo un bastón y un par de lentes.

Este amigo trabajaba para un periódico… Pero no se trata del Diario el Planeta, ni del “hombre de acero”, estamos hablando de un conocido diario caraqueño de circulación nacional, que tras conocer la tragedia de uno de sus correctores de texto, asumió la responsabilidad sólo hasta el límite de cobertura del seguro colectivo y luego se deshizo de él.

Pese a todo no claudicó, aprendió a vivir su vida con sus múltiples limitaciones y así le conocí en un foro de Productores Nacionales Independientes. Él es un productor de cine y Tv, realizó el curso gratuito de Equipo Comunitario de Producción Audiovisual Independiente (Ecpai) en las instalaciones de Catia Tv, televisora comunitaria nacida a la sazón de la revolución bolivariana.

Durante un viaje que realicé en el 2006 al estado Táchira por razones de trabajo, me llamó una amiga de la Universidad Bolivariana de Venezuela, quien me dijo que se habían abierto las inscripciones para el Programa de Formación de Grado en Comunicación Social, lo que me hizo recordar que aquel amigo singular me manifestó que quería ser periodista. No dudé en llamarlo y decirle que corriera a inscribirse y así lo hizo.

Hoy, años después de ese breve encuentro en la televisora comunitaria, tengo el orgullo de saber que la Rectora Marlene Yadira Córdoba, le entregó a Manuel José Ustáriz García el certificado que lo acredita como Licenciado en Comunicación Social, en todo el territorio nacional, por haber terminado satisfactoriamente sus estudios.

A pesar de que la mayor parte de su cuerpo está “triturado” su cerebro está intacto y con el sus ideas, sus conocimientos y lo mejor de todo, sus ganas de vivir.

Felicidades amigo… eres una inspiración.